30 de marzo de 2009

Jornaleros, casi como esclavos

Jornaleros, casi como esclavos
En la finca viñera Las Mercedes, en Sonora, cientos de campesinos trabajaban más
de 12 horas al día casi sin descanso. Denuncian que eran explotados y se quejan de no percibir los salarios ofrecidos

Isaura Bustos
El Universal

HERMOSILLO, Son.— Sin avisarle a ninguno de sus hijos y prácticamente sin un solo peso, una pareja de Guanajuato partió de su comunidad al desierto, con la esperanza de trabajar en un viñero en Sonora, y ganar más dinero, pero encontraron “engaños”, “explotación laboral”, “vejaciones” y sobre todo “mala paga”.

Originarios de Ojo Zarco en Jaral del Progreso, el matrimonio conformado por Margarita y Juan abandonaron a su suerte a sus seis hijos la tarde del sábado 28 de febrero; sin decirles nada se trasladaron a la finca Las Mercedes, en la comunidad Estación de Pesqueira, en Hermosillo, Sonora, pero la aventura duró poco y prácticamente fue amarga.

Y es que los dos años que tenían sin un empleo estable en su comunidad obligaron a Juan y Margarita a buscar algo mejor.

Un mes después regresaron a su comunidad casi como se habían salido y con un cheque de mil 200 pesos que les dio el gobierno de Guanajuato como apoyo, pero sin un solo peso de ganancia por el trabajo realizado en el viñedo.

Al igual que Juan y Margarita, cientos de guanajuatenses llegaron, “engañados” al viñedo en Hermosillo, Sonora, a principios de marzo. Creyeron que en otro sitio podrían mejorar sus condiciones de vida cuando leyeron los volantes de las direcciones de Desarrollo Económico de los municipios guanajuatenses en donde se informaba sobre oportunidades laborales en el desierto polvoriento llamado Las Mercedes.

Nada fue verdad

Juan Pablo Mosqueda González, originario de Estación de Corralejo en Pénjamo, Guanajuato, tiene 27 años y tres hijas que mantener.

Narra que él junto con uno de sus hermanos pensaron que les iría mejor en Hermosillo, pero nada fue verdad: Él, por ejemplo, se fue de Pénjamo con 2 mil pesos y regresó con sólo 500 pesos.

“Nos lavaron el coco bien padre; dijeron que acá estaría todo bien, que ganaríamos mucho dinero y que lo podríamos mandar a nuestra familia. Sí, cómo no. Esto que viví es peor que irse de mojado a Estados Unidos, aquí sufrí más...

“Nomás me fui a gastar lo que llevaba. En lugar de traerme más lana, la dejé allá toda. Ora’ no quiero ni llegar a mi casa. Cómo, con qué cara…”, dice.

El primer día que llegaron, recuerda, “nos dijeron que querían gente trabajadora, que no fuera problemática. Que no iba a haber descansos; aparentemente todo iba bien hasta ahí”.

Pero nada de lo prometido fue verdad. Muy pronto, Juan y los otros jornaleros se darían cuenta del engaño.

Un día en el viñedo

El día empezaba a las 04:30 horas para alcanzar a desayunar. El menú: huevo y frijoles. Al terminar, se trasladaban en grupo hacia la zona que les correspondía.

“Nosotros estábamos en el raleo, que es limpiar el racimo, y teníamos que caminar como 40 minutos para llegar hasta donde nos tocaba”, cuenta Juan Pablo Mosqueda.

Asegura que les daban media hora y tardaban aproximadamente 40 minutos en llegar. “Así ni cómo. Nos íbamos caminando, no había transporte; nos teníamos que esperar hasta que llegáramos a cenar”.

El “mayordomo” que los supervisaba, a quien identificaron como Beto, no los dejaba descansar. “Si nos veía sentados un ratito nos empezaba a decir que si no nos gustaba trabajar, nos fuéramos a la... Que ahí no iban a estar aguantando…”

Hasta las 18:30 horas, cuando ya terminaban la línea o planta, se dirigían al comedor. Para entrar era necesario hacer una fila por más de una hora; la cena consistía en “frijoles molidos o atole de frijol, tortillas y agua de la llave; si queríamos refresco, nosotros lo teníamos que pagar”.

“Había dos opciones —dice el campesino— o comían, o lavaban su ropa. La mayoría prefería la primera.

“Aunque a veces mejor nos quedábamos sin comer. Nos salían cabellos y las cosas echadas a perder. Lo que sobraba, eso era lo que nos daban. Lo que no me trago en mi casa me lo vine a tragar aquí, por las friegas que te ponen”.

El dormitorio asignado para algunas personas de Guanajuato, donde se supone que cabían 45, estaba ocupado por cerca de 100 personas que estaban acomodadas en literas sin colchones. “A veces juntábamos dos literas y dormíamos de hasta tres para que no nos diera tanto frío. No traíamos cobijas, y ahí no nos dieron. Un chavo se la pasó tapándose con una toalla toda la semana, hasta que logró juntar cartones para cubrirse”, sostiene.

Juan Pablo Mosqueda asegura que en una ocasión hubo una riña y a un hombre lo hirieron con una navaja. “No lo querían llevar a que lo atendieran. El servicio médico que nos prometieron nunca llegó. Cuando uno se enfermaba, se curaba solo. No había quién te atendiera…”, añade.

Las condiciones en las que trabajaban en el viñedo, dice, “no sé cómo se le pueda llamar, pero por lo menos yo, para trabajar más de 12 horas todos los días sin descanso, por muy poco dinero, para mí eso es explotación. No sé de qué otra manera se le pudiera llamar…”

“Una prueba de Dios”

El pasado lunes 23 de marzo, dos irapuatenses denunciaron ser víctimas de vejaciones, durante su estancia en Las Mercedes.

Fueron a Derechos Humanos y a la Dirección Estatal del Empleo de Guanajuato para informar de la situación.

En la primera dependencia les respondieron que “lo que pasaron ha sido un castigo, una prueba de Dios. Quizá los premien dándoles un buen empleo ahora por acá”.

La reacción no esperó, funcionarios estatales y federales, así como legisladores, condenaron lo que consideraron explotación de guanajuatenses en otro estado.

El miércoles 25, el gobierno de Sonora anunció que, en coordinación con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, se realizaría un operativo de inspección en el viñedo de Las Mercedes; este plan también anunció un rescate para los trabajadores del estado que decidieran regresar.

El jueves pasado, una comisión integrada por autoridades estatales realizaron una inspección en el viñero Las Mercedes.

A los trabajadores les sorprendió la visita. Se les hizo raro que los encargados del comedor del viñedo trajeran guantes y cubre bocas.

“Hasta risa nos dio. Nomás cuando vinieron ellos, se los pusieron. Ojalá eso lo hubieran hecho siempre, no nomás ese día”, recuerda uno de los trabajadores guanajuatenses.

Accidentado regreso

La espera fue mucha. Cincuenta y un guanajuatenses de los 94 que se encontraban en el viñedo empezaron a hacer sus maletas desde temprana hora. Sin embargo, el camión no llegó, o por lo menos no a las ocho de la mañana, como les dijeron, sino 11 horas después.

En un “accidentado” regreso de casi 28 horas de viaje, la mayoría de los guanajuatenses que volvieron lo hicieron “sin ningún peso en la bolsa”. “Cuando nos liquidaron, nos descontaron las comidas y ahí se nos fue todo. Llegamos sin nada. Unos nomás traen los mil 200 que les dieron del gobierno. Es todo”, cuentan los jornaleros.

A bordo de dos camiones de la línea Transportes y Autobuses del Pacífico (TAP) viajaron 51 guanajuatenses, en su mayoría de los municipios de Pénjamo, Abasolo, Juventino Rosas, Abasolo, Jaral del Progreso y Comonfort.

La salida de la finca Las Mercedes fue minutos después de las 21:30 horas del viernes (hora local).

Por la mañana del sábado, en la llegada a Mazatlán, Sinaloa, se dieron 20 minutos para comer. Dos de los ocupantes de uno de los camiones salieron a cambiar su cheque, pero en el trayecto fueron detenidos por policías preventivos de aquella ciudad, que aparentemente los vieron “sospechosos” y los canalizaron a barandilla.

En el camino se hicieron escalas en Pénjamo, Abasolo, Cuerámaro, para dejarlos lo más cerca posible de sus domicilios; el punto final fue la central de autobuses de Irapuato.

Ya en Guanajuato, junto con su esposa Margarita, Juan narra que la situación en el estado fue la que los obligó irse. El regreso está bien: se han salvado de vivir casi como esclavos. Pero no les resuelve lo principal: de qué van a vivir.

“En Guanajuato no hay trabajo. Tenemos un niño malito, epiléptico. Llevo dos años sin un empleo. Por eso nos escapamos. Ahora regresamos igual que como nos fuimos”, dice Juan.

25 de marzo de 2009

CONVOCATORIA PARA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA

ATENCION A TODOS LOS TRABAJADORES SOCIOS DEL SINDICATO DE TRABAJADORES DE AMACUZAC, CONVOCATORIA PARA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA ESTE 31 DE MARZO 16:15 HRS, ¡NO FALTES!.

23 de marzo de 2009

1 de abril

1ro de abril, Dia Internacional de Lucha por los derechos de los trabajadores y contra la explotación

EL PRIMERO DE ABRIL, MOVILIZACIÓN INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES Y FUERZAS PROGRESISTAS DEL MUNDO, PARA EXIGIR QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS QUE LA GENERARON Y NO LOS TRABAJADORES NI LOS PUEBLOS VÍCTIMAS DEL NEOLIBERALISMO.

La Federación Sindical Mundial –FSM- se dirige al movimiento sindical y organizaciones sociales progresistas del mundo, para reafirmar los acuerdos de la Conferencia sindical realizada en Lisboa del 15 y 16 de Diciembre, 2008, entre ellos promover la realización y convergencia en la movilización y acciones de lucha a escala internacional para el PRIMERO DE ABRIL.

- La clase trabajadora y los pueblos del mundo víctimas de las políticas antilaborales exigen cambios profundos; construir, consolidar y defender las políticas, económicas y sociales como alternativas al capitalismo y su modelo neoliberal de globalización.

- Sólo la acción unitaria de los trabajadores/ras, y las fuerzas progresistas bajo los principios de clase, podrán impedir más explotación y precarización del trabajo.

- Por la distribución de la riqueza, mejorar los salarios.

- Contra el trabajo infantil.

- No más despidos de trabajadores/ras, defensa de los derechos sociales y laborales.

- Reducción de la jornada de trabajo sin reducir los salarios, por el fortalecimiento de los sindicatos.

- Contra toda forma discriminación hacia las mujeres trabajadoras, jóvenes, inmigrantes etc, por la igualdad de oportunidades

- Nacionalización de la banca y demás sectores estratégicos, como la energía, soberanía alimentaria bajo control social.

- Cese inmediato de las guerras, cese de los fondos a la OTAN y las armas militares; que esos presupuestos sean invertidos en el sector producción para generar empleo y para el desarrollo de los pueblos.

- No más represiones ni asesinatos de dirigentes sindicales y luchadores sociales.

- Por el retiro inmediato y sin condiciones de las fuerzas militares de ocupación de Irak, Palestina y demás territorios árabes así como de Afganistán.

- Por el pleno respeto a la soberanía y libre determinación de los pueblos.

Unamos nuestras fuerzas y voces, en la movilización y acciones de lucha para el 1º de Abril, las organizaciones sindicales y sociales pueden agregar las demandas de sus respectivos países, regiones y centros de trabajo a las de la FSM.

Organicemos acciones en los lugares de trabajo y en las ramas profesionales.

Que el 1 de abril cada sindicato elija su forma de actuar.

TODOS UNIDOS EN LA ACCION DE LUCHA EL 1º DE ABRIL

11 de marzo de 2009

Sociedad y Justicia: Jacinta, ¿plagiaria o víctima?

Jacinta, ¿plagiaria o víctima?

La indígena otomí de 42 años, condenada a 21 de prisión acusada de secuestrar a seis agentes armados de la PGR-AFI, relata su pesadilla


Ricardo Rocha

Para llegar a ella hay que rebasar la ciudad de Querétaro y luego tomar una carretera secundaria. Al poco rato se aparece la doble mole de los penales: de un lado del camino los hombres y del otro lado las mujeres. Luego recorre uno a pie una larga, solitaria y estrecha calle que busca al fondo la puerta negra de hierro. De un lado el altísimo muro de hormigón y del otro la alambrada coronada de púas.

Es una cárcel. Aunque los eufemismos le llamen Centro de Readaptación Social, es una prisión, eso lo recuerdan los trámites y registros de rigor y el predominio de las rejas y las puertas giratorias de pesado metal. Salvo los guardias hombres de la entrada voy contando una veintena de custodios mujeres que nos van conduciendo por los laberínticos pasillos interiores. Y no puedes evitarlo, a cada paso hacia adentro vas perdiendo más y más lo que se queda allá afuera. Es una cárcel.

Y ahí están sus habitantes: en el patio y al sol hay unas 10 de las 141 reclusas; una de ellas fortísima, de rostro decidido y mirada fulminante que impondría todavía mas temor de no ser porque vive y reina desde un trono insólito de una silla de ruedas: perdió ambas piernas… ni siquiera me atrevo a preguntar por su historia; sin embargo, me cuentan inevitablemente la de una muchacha muy bella con un niño en brazos a la que agarraron con su marido por venta de drogas. En cambio, al hablar de Jacinta, Martha Yáñez Carbajo, la directora del penal, como que se apena. Recuerda que desde que llegó supo que era inocente, que se trató desde el principio de una acusación infundada, de una historia más que increíble, inadmisible; a ver, quién se puede creer que una mujer indígena otomí —ahora de 46 años— haya secuestrado a seis agentes armados de la PGR-AFI; es no sólo un insulto a la justicia sino a la más elemental inteligencia. Pero nuestra opinión no cuenta —me dice— nosotros nada podemos hacer que no sea tratar de la mejor manera posible a Jacinta y a las otras internas.

En esas estábamos cuando no sé por qué la presiento, la advierto y me la encuentro en un pasillo. Me sorprende con un abrazo tímido pero sincero, como si nos conociéramos desde antes. Luego casi sin preguntarle, me va platicando su historia, igual en su celda que frente a la máquina en el taller de costura donde hace estuches de tela acolchonados. ¿Para qué son? Para las mujeres que guardan pintura. ¿Cómo se llaman? Si, de pinturas que mandan hacer ¿A usted no le gustan? ¿Yo? ¡No! ¡Yo nunca me he pintado! estalla en una carcajada. Luego vendrían los silencios y, apenas asomadas, las lágrimas.

La han condenado a 21 años de prisión, ¿qué significa para usted? Yo ni sé, como que no puedo, pues no puedo creer… no sé que es. ¿Qué han sido estos dos años y medio, casi tres años de prisión? No entiendo, no sé contestar eso, no sé cómo digo. Usted ya está hablando español ahora, pero hace tres años sólo hablaba ñhä-ñhú otomí. Casi siempre habla otomí, pero hay palabras que no entiende bien.

—A ver, ¿qué piensa cuando está aquí a solas?, ¿puede creer lo que le ocurrió, usted entiende por qué la metieron a la cárcel?

—Como que no puedo creer, no puedo creer que cómo qué fue, pos como que no es realidad, como que es este, como que nada más un sueño, como que estoy aquí nada más por un sueño… nada más, porque no puedo creer… ahora me dicen de que sentencia, de que delito, mis compañeras y mi maestra.

—¿Secuestró usted a seis agentes armados de la AFI, de la PGR?

—Pues ellos la que me dicen… ellos la que me están poniendo ese delito, porque yo nunca la hice eso… y ni lo sé que es secuestro ni lo que me estaba acusando… yo no entendí nada.

—¿Qué paso entonces aquel 26 de marzo de 2006?

—Ese pues fue un día domingos… yo en mi trabajo me dedicaba, yo vendía mis aguas frescas en el tiangui… y ese día pues ya cada ocho yo… este, como toca tres veces la campana y ya la última cuando entro yo adentro a la iglesia… entré a misa, cuando salí pues escuché decía la gente que habían llegado unos señores a llevar los discos… entonces yo ni le hice caso, agarré y me senté en mi puesto… entonces ya, otro ratito, estaba yo esperando a mi esposo y no llegaba, llegó una de mis hijas y le dije compáñame a la farmacia porque a mí me da pena que me inyecten… así le dije y me compañó una de mis hijas, cuando ya veníamos de regreso venía un señor, que venía ahí con unas personas… y es que la que escuché que estaban hablando de los discos. —¿Los discos pirata?

—Sí, sí, yo de eso estaba escuchando, pero yo ni… luego salí en el periódico.

—¿Luego se la llevaron a Querétaro unas semanas después?

—No, lo del tiangui fue en marzo, lo de que me fueron a traer fue hasta agosto… pero yo no sabía quién eran, no más que muchos con armas por todos lados.

—¿Le dijeron por qué la detenían?

—Que porque iba a declarar por un árbol tumbado… luego ya en el juzgado me dijo que no’más iba a declarar… y ahí pues estaban hablando y todo… y hacían papeles… y me daban muchos papeles a firmar y yo firmé muchos papeles y ni sabía qué era porque no entendía… luego, ya en la noche, me trajeron a la cárcel y así estoy aquí.

—¿Cómo han sido estos casi tres años?

—Se me hizo bien largo, bien largo… ya de por sí estos años son muchos, ya he perdido tiempo, mucho tiempo para mis hijos, para mi familia, para mi casa.

Santiago Mexquititlán es un pueblo sosegado donde el sol sale tarde y la noche se acuesta temprano. Apenas tres mil habitantes y seis barrios ñhä-ñhú a dos horas eternas de la cárcel de Querétaro. Ahí están la paletería y heladería de la familia que encabeza Guillermo Francisco y la casa común donde en torno al cuadrado de un patio limpio y terroso se ha ido acomodando la familia con hijos y nietos. Luego en la plaza y a la sombra de la cruz de la pequeña iglesia, familiares y testigos me juran y perjuran que todo ocurrió como me lo ha dicho ella: llegaron los seis muy armados y sin uniforme a destruir y a robar; se acobardaron cuando el pueblo empezó a rodearlos; pidieron ayuda; sus jefes se comprometieron a reparar el daño con dinero; dejaron a uno en garantía; regresaron y pagaron. Pero se desquitaron cinco meses después con Jacinta, con Teresa y con Alberta, con quienes también hablé en la cárcel.

Al salir de Santiago me traigo a México muchas voces adentro del pellejo. Pero me desgarra el llanto de Estela, la hija, cuando me enseña los estandartes de las procesiones religiosas a que convocaba Jacinta que siempre andaba visitando enfermos y moribundos. Y cuando me muestra el jardín reseco porque me asegura que las plantas extrañan a su madre. Así que prefiero quedarme con la esperanza de Jacinta cuando me dice que sí, que cree en que Dios y la gente la ayuden para recuperar su libertad.

—¿Me va a invitar algo ahora que salga?

—Claro que sí, unos nopales bien sabrosos y, si alcanza, hasta pollo.

6 de marzo de 2009

Día Internacional de la Mujer Trabajadora

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o también Día Internacional de la Mujer se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por las Naciones Unidas. En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Es fiesta nacional en algunos países y es conmemorada por Naciones Unidas.

La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX en plena revolución industrial y auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y reflejada en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.

Mas información, Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Dia_Internacional_de_la_Mujer

8 de Marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora

5 de marzo de 2009

HISTORIA DE MEXICO

Josefa Ortiz de Domínguez (nació el 8 de septiembre de 17682 de marzo de 1829) fue una de las participantes en la conspiración de Querétaro. Sus padres fueron Juan José Ortiz –capitán del regimiento de Los Morados– y Manuela Girón. Nació en Valladolid (hoy Morelia). Su padre fue asesinado en su deber, cuando Josefa era apenas una niña. Su madre murió poco tiempo después. De esta suerte, la que sería Corregidora de Querétaro quedó a cargo de su hermana mayor, Maria Sotero Ortiz, quien apoyó a Josefa para ingresar al prestigiado Colegio de las Vizcaínas de la ciudad de México. Se casó con Miguel Domínguez, visitante frecuente del colegio, en el año de 1791. En 1802 Miguel Domínguez fue promovido por el virrey de Nueva España al cargo de Corregidor de la ciudad de Santiago de Querétaro. Durante ese tiempo, doña Josefa quedó a cargo de las tareas domésticas y al cuidado de la educación de dos hijos suyos, habidos en un matrimonio anterior de su marido.

Doña Josefa se identificaba con el abuso sufrido por la comunidad de criollos por parte de los gachupines, tal como llamaban a los españoles nacidos en la península: ella misma era una criolla. Los criollos eran considerados como ciudadanos de segunda clase por el régimen colonial, en virtud de haber nacido en la Nueva España (una colonia) y no en la metrópoli. Por ello, eran relegados a puestos de segundo nivel en la administración pública del virreinato. Este hecho creó un gran descontento con el paso de los años, y los criollos comenzaron a organizarse en grupos literarios donde se difundían las ideas de la Ilustración, prohibidas por la Iglesia Católica. Doña Josefa se integró en una de estas sociedades, y convenció a su esposo tiempo después, de integrarse también a ella. En las tertulias queretanas se hallaban figuras de la talla de Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende y los hermanos Aldama.

Después de la planificación, los rebeldes estaban listos para levantarse en armas el primero de octubre de 1810. Sin embargo, el 13 de septiembre fueron descubiertos por un infiltrado, que informó a las autoridades del virreinato de las actividades del grupo literario de Querétaro. El corregidor Miguel Domínguez fue obligado a conducir un cateo en las casas de la ciudad, con el propósito de capturar a los líderes insurgentes. Para protegerla, encerró a la corregidora en un cuarto bajo llave. No obstante lo anterior, Josefa Ortiz de Domínguez pudo advertir al cura de Dolores, Miguel Hidalgo, que la conspiración había sido descubierta. Fue por ello que el párroco convocó al pueblo a levantarse en armas la madrugada del 15 de septiembre de 1810, con lo que dio inicio la guerra por la independencia de México.

A los 61 años de vida, el 2 de marzo de 1829 falleció en la Ciudad de México, víctima de una pleuresía.

3 de marzo de 2009

Sindicalismo en tiempos de crisis


Sindicalismo en tiempos de crisis


Vivimos en una época en la que las perspectivas de futuro son inciertas, una época que sin duda estará marcada por la crisis, la desestructuración y el cambio. Y es ese cambio que sin duda alguna esta siendo un cambio hacia peor el que se debe redirigir para lograr cosas que beneficien al mundo en general y a los trabajadores en particular.

Sin embargo, en estos momentos en los que el sistema esta mas herido que nunca y esta enseñando su verdadera cara, aquellos que podrían hacer presión y forzar a "los de arriba" a que se realizaran cambios, no solo no lo hacen, sino que en algunos casos incluso apoyan a los gobierno en su proyecto en contra de los trabajadores. Si, me refiero a los sindicatos, mas en concreto a los sindicatos ma

s importantes con los que afortunadamente contamos en nuestro estado, y que únicamente se mueven por sus intereses (tanto económicos como de poder) dejando a su suerte a todas las personas que les apoyan, les dan dinero, y que depositan su fe en ellos para que se consigan mejoras en el ámbito laboral.

A día de hoy el numero de parados se sitúa en torno a los 3 millones de trabajadores, y no tiene pinta de que vaya a parar, es mas, puede ser que esta cifra incluso nos parezca poca dentro de unos años. y que es lo que hacen nuestros queridos sindicatos, absolutamente nada, cierto es que en algunos lugares se están movilizando, pero en líneas generales no se esta haciendo absolutamente nada, es mas, incluso dirigentes de grandes sindicatos han mostrado un incondicional apoyo al gobierno, el mismo gobierno que no esta haciendo nada para paliar esta situación de desempleo, sino que se dedica a dar dinero a todas aquellas personas que gracias a su labor especulativa, nos han metido en esta crisis(a costa de enriquecerse ellos, solo para salvarlos el pellejo.

Con esto no quiero decir que todos los integrantes de los sindicatos mayoritarios (UGT CCOO y CGT entre otros) sean unos espalados a los que no les preocupa nada la crisis ni la condición de los trabajadores, sino que los dirigentes de dichos sindicatos se están callando, temerosos de morder la mano que les da de comer.

Y es hora de reaccionar contra el capital, los trabajadores no tenemos porqué cargar con una crisis en la que nos han metido los ricos. Tenemos que dejar claras las cosas, y por eso, se debería realizar una huelga general para que todos vieran el poder del pueblo cuando se le mangonea y se le explota.